¿Quién no ha probado un ron Bacardi o, al menos, no ha oído pedirlo en un bar de copas? Poca gente. Nos encontramos con unos de esos casos en los que una marca está tan asociada a un tipo de licor que requiere de un esfuerzo publicitario importante para que los otros productos de la competencia sean reconocidos.
La historia de la marca nace en Cuba de la mano de un emigrante de Sitges llamado Facundo Bacardí Massó, su fundador, que decide instalar su sede en Santiago de Cuba en 1862, donde la calidad de las plantaciones de caña de azúcar permitían destilar un ron de gran calidad. La primera destilería estaría situada en la calle Matadero, en un pequeño local con techo de aluminio. Es aquí donde nace el logo del murciélago. Según la tradición familiar, una colonia de murciélagos habitaba en las vigas de la destilería de Santiago de Cuba. Buscando la manera de destacar su producto, su esposa Amalia, sugirió la idea de utilizar el mamífero volador.
El fundador, que llegó a ser alcalde de la ciudad, fue el pionero en desarrollar un ron ligero, seco y suave. A su vez inventó un sistema de filtro con carbón e introdujo el sistema de hacer añejo su ron en barricas de roble. Su sabor y calidad le llevó a ganar muchos premios internacionales y se convirtió en una seña de identidad de su país de origen.
En 1910 inició su expansión internacional abriendo sucursales en Barcelona y en 1931 en México.
La "ley seca" de Estados Unidos ayudó a que el ron Bacardi fuera uno de los reclamos turísticos de la isla. Ciertamente, se desarrolló una fidelidad arrolladora hacia esta marca.
Un ejemplo de su importancia lo resalta el "New York Times" que, en 1935, cita a Bacardi como un nombre propio que entra en el léxico norteamericano, como genérico, algo que también pasó con "Kleenex". Otra publicidad impagable para la marca es que Ernest Hemingway, un bebedor empedernido de Bacardi, mencionaba en sus novelas a la marca de ron.
Dispuesta la marca a establecer un dominio en el mercado estadounidense, la compañía decide en 1936 establecer una destilería nueva en Puerto Rico. La razón es la de evitar los impuestos de importación sobre el ron que se enviaba desde Cuba. Actualmente, es donde está la destilería de ron más grande del mundo.
Es la marca de ron más vendida del mundo, distribuye a más de 150 países y genera beneficios superiores a los 3000 millones de dólares.

CHANEL
Tuvo una infancia traumática que le proporcionó un fuerte carácter y una gran ambición. El abandono de su padre y la muerte de su madre marcaría para siempre la actitud de Coco Chanel hacia la vida. En sus entrevistas siempre recalcó: "Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó". Tras estos sucesos fue llevada a un orfanato regentado por unas tías suyas.
En su estancia allí, Gabrielle aprendió a coser y manejar el hilo y la aguja con especial habilidad, lo que hizo que a los 17 años las monjas del orfanato de Aubazine le proporcionaran un empleo como costurera.
Poco a poco creció una mujer de una gran personalidad, pelo corto casi varonil, con belleza discreta, sensual, femenina y menuda figura, que en 1905 decidió convertirse en cantante de un cabaret, actividad que realizó durante tres años y que la introdujo en el mundo del ocio, el espectáculo y, también, las relaciones amorosas. La ambición de Coco Chanel le llevó a aprovechar sus relaciones al máximo; de sus amantes esperaba obtener dinero para su gran sueño: ser una famosa y reputada modista.
Uno de sus primeros amantes ricos la llevó a París, en 1909, instalándose en un pequeño apartamento donde abriría su primera tienda de sombreros, denominada "Modas Chanel", en el Boulevard de Malesherbes.
Unos años más tarde se trasladó y residió en localidades que frecuentaban los adinerados europeos: Deauville, Normandía en 1913 y Biarriz en 1916. En 1920, se reinstaló en París y fundó, en la Rue Cambon, su primera "Casa Chanel".
Revolucionó la moda que imperaba, diseñando prendas muy sencillas, cómodas, de líneas rectas, pero con un toque de alta distinción; su moda fue rápidamente adoptada por la alta sociedad parisina. Su frase más célebre fue: "Todo lo que es moda, pasa de moda" (Fashion is made to become unfashionable).
Durante los 30, Coco Chanel introdujo entre sus productos y creaciones, una pequeña línea de cosméticos, que elevó su presencia en el mundo del maquillaje y su reputación creció como la nueva creadora de un "look" total.
Se dice que ella estaba aún diseñando y trabajando hasta el momento de su fallecimiento, a los 87 años, en el Hotel Ritz de París, vencida por la artrosis y la edad, siendo enterrada en Suiza, concretamente, en Laussane, dejando como legado una de las marcas más prestigiosas del mundo de la moda y el lujo.
"Chanel Nº5"
El mítico primer perfume de Chanel es, sin duda, el más vendido y conocido de los perfumes a nivel mundial. Ha sufrido muy pocos cambios en su imagen y en el olor de su esencia.
Creado en 1921 por Ernest Beaux , recibe su nombre porque fue la quinta prueba la que agradó, finalmente, a Coco y a Beaux. Coco exhortó a éste para que creara un perfume "que no se pareciera a ninguno".
Su principal novedad sería que se usaron aromas artificiales, creados en laboratorio. Otra innovación fue un packaging en blanco y negro, sorprendiendo con una estética muy novedosa y elegante.
"Chanel Nº5" se considera que pertenece a la familia floral-aldehído, cuyos ingredientes más importantes son el jazmín y nerolí de Grasse (región francesa), el ylang-ylang de las Comores, la rosa, vainilla, vetiver y notas amaderadas de sándalo. El nivel del "Nº5" está avalado por un control de calidad excepcional, comprando la producción anual de jazmín de Grasse, cuyas flores son las más exquisitas de la industria mundial del perfume.
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Uno de los logos más conocidos de todo vestuario deportivo, y más concretamente identificada con una prenda como es el "polo", es el cocodrilo de Lacoste.
Varias generaciones de deportistas, jóvenes o adultos, y todo aquel que viste "sport", reconocen la calidad y comodidad de todo el material que representa la marca, la cual tiene un desarrollo de casi un siglo, con una historia bastante conocida que supera el ámbito empresarial.
La firma aparece ligada al apellido del fundador, como otras marcas, además de ser éste, casualmente, un tenista prestigioso. Jean René Lacoste, nacido en París en 1904, fue un deportista profesional parisino que ganó siete "Grand Slam" individuales, apodado "Le Crocodile" (el cocodrilo) y componente de la mejor generación de tenistas franceses en la década de los años 20 del siglo pasado.
Lacoste, un hombre elegante que, en base de una anécdota deportiva, se le ofreció una maleta de piel de cocodrilo si ganaba un partido. Perdió, pero un periodista, conocedor de la propuesta, comenzó a apodarle "el cocodrilo". Tan conocido y extendido fue el apodo que Lacoste se hizo bordar un cocodrilo en las batas que se llevaban antes de empezar el partido y aquí empezaron sus "innovaciones".
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En 1927 diseñó sus propias camisas de competición, blancas y ceñidas, que le valieron no pocas críticas. 1929 fue el año de su retirada como jugador aunque continuaría vinculado como capitán del equipo de Copa Davis francés. Hasta 1942 sería presidente de la Federación Francesa de Tenis. Es a partir de este momento en el que se centra en su negocio "de moda", que le daría muchos más éxitos y transcendencia histórica.
La razón de sus inquietudes sobre la indumentaria no son únicamente por estética, ya que buscó la comodidad y la facilidad en los movimientos de los tenistas.
En 1933 crea la primera camisa en "jersey petit piqué", también denominado polo, con el emblema de cocodrilo bordado. Modelo muy copiado, se convierte en la prenda de moda que llevan las personalidades de la época por su calidad y diseño. A partir de esto, se revoluciona el mundo de la prenda deportiva.
Lacoste se asocia con André Gillier, empresario poseedor de la mayor compañía textil de la época en géneros de punto, para poder fabricar, a gran escala, la camisa bordada y otros modelos de prendas deportivas con el logo del cocodrilo.
En los años 60, Lacoste da un giro estratégico en su negocio, desembarcando en el diseño de ropa "sport" e informal sin abandonar su línea deportiva. En 1963 y con la presidencia de Bernard Lacoste, hijo del fundador, ya se venden a nivel mundial más de trescientos mil productos de la marca.

Alcanzó su máxima fama durante las décadas de los 70 y 80 en Estados Unidos, lo que supuso el "espaldarazo" definitivo a su línea de productos.
A partir de entonces aumentan su línea a pantalones cortos, perfumes, relojes, artículos de cuero y óptica.
Sigue siendo una empresa familiar y, hasta la actualidad, no cotiza en bolsa. Jean René Lacoste, casado con una jugadora de golf, Simone Thion de La Chaume, tuvo cuatro hijos,17 nietos y 14 bisnietos, aunque sólo tres miembros de la familia han ostentado cargos directivos en Lacoste. Jean René Lacoste, falleció en 1996.
La historia comienza en 1884, año en el que Frederick Henry Ford funda un negocio de mecánica y electricidad del automóvil. En 1904 construye en Manchester su primer vehículo y el emprendedor Charles Stewart Rolls le propone comercializar exclusivamente sus coches bajo la denominación "Rolls Royce".
Sus modelos comienzan a ser legendarios. El primero, el Silver Ghost, se comienza a fabricar en 1906 y mantendría su producción hasta 1925. Con un motor de 6 cilindros, se llegaría a fabricar hasta en Estados Unidos, ya que se abrió una fábrica en Springfield (Massachussets) para satisfacer la gran demanda en este mercado. Aunque cerró esta factoría en 1931, los chasis de este modelo serían la base para los primeros vehículos militares de las dos guerras mundiales.

En 1931 se amplía mercado adquiriendo Bentley, lo que hace que la identidad de ambas marcas sea muy similar, ya que hasta 2002 los modelos son muy parecidos, con pequeñas diferencias en los detalles de marca y las parrillas de los radiadores.
Tras los conflictos bélicos, se trasladan a Crewe en 1946 y a Londres en 1959 como fabricante ya de carrocerías, actividad antes externalizada.
Los años sesenta y setenta traen una nueva actividad industrial que, a la larga, va a ser la más lucrativa y estratégica de la marca: la de los motores a reacción para la aviación y el sector naval.
También traería la bancarrota a la sociedad, ya que la actividad de investigación y desarrollo para nuevos motores redujo la liquidez de la compañía y en 1971 tuvo que declararse en quiebra.
Dada la importancia de la empresa británica y su actividad tan estratégica, fue nacionalizada por el Gobierno. A raíz de la nacionalización, se separa, en 1973, el negocio de automóviles de la marca con la denominación de Rolls-Royce Motors.
El negocio de los reactores se mantuvo en manos públicas hasta 1987 en el que fue privatizado como "Rolls-Royce plc".
La marca de automóviles empieza a pasar de manos de distintas sociedades e inversores. En 1980 es adquirida por Vickers.
De 1998 hasta 2002 los motores serían BMW, a partir del 1 de enero de 2003 BMW podría ya usar la marca Rolls Royce y Volkswagen se quedaría Bentley. En los últimos años se han desarrollado nuevos modelos, bajo la supervisión de BMW, con precios superiores a los 200.000 € por unidad.
En 2008 se vendieron más de 1.000 unidades, en un mercado muy reducido y exclusivo que aunque también ha sufrido la crisis, continua en un crecimiento progresivo.
Sus modelos más conocidos son: Silver, Phantom, Corniche, Park Ward y la serie 100 EX.
COCA-COLA
Todo comenzó en la ciudad de Atlanta, Georgia, el 8 de mayo de 1886, cuando el farmacéutico John Stith Pemberton desarrolló la fórmula de un jarabe para reducir el dolor de cabeza y los nervios. Pemberton nació en Knoxville, Georgia, en 1831. Con 17 años empezó a estudiar en la Escuela de Medicina Botánica de Georgia, dónde se licenciaría como farmacéutico. Esta licencia le permitió tener acceso a múltiples compuestos y drogas como la cocaína, la morfina o la marihuana.
Antes de inventar la Coca-Cola, Pemberton había creado diversos productos por él mismo que le proporcionaban importantes ingresos. El "Gran Vigorizante del Dr. Sandorf" o el "Eureka Oil´"se patentaron y vendieron como compuestos medicinales.
En 1863, el químico Angelo Mariani había puesto en el mercado el Vino Mariani, una bebida alcohólica revigorizante, a base de vino y hoja de coca macerada. Pemberton, con 54 años, creó el "French Wine Coca" en mayo de 1886, queriendo imitar el tónico de Mariani. Ideó la fórmula basándose en el Vino Mariani, pero sustituyendo el vino por un extracto de cola y añadiendo cafeína, para hacerla una bebida sin contenido alcohólico.

El nombre y logotipo de Coca-Cola fue creado por Frank Mason Robinson, que era el contable de Pemberton. Utilizó la caligrafía Spenceriana y combinó dos de los ingredientes del compuesto, cuyas dos "ces" ofrecían un sonido aliterado que gustó a Robinson. Aunque cabe destacar que no sería hasta el 16 de junio de 1887 cuando se utilizaría por primera vez este nombre y logotipo en un anuncio.
En sus inicios, y dadas sus características medicinales, la Coca-Cola se vendió por primera vez en bares que no servían bebidas alcohólicas y que, en la mayoría de las veces, formaban parte de las boticas y farmacias de la época. El primer hombre que vendió un vaso de Coca-Cola fue Willy Venable, en el bar de su propiedad, que a su vez compró el derecho de fabricación y una copia de la fórmula original de Coca-Cola por 1 dólar. Se vendía mezclada en agua y por el precio de un níquel (5 céntimos de la época), consiguiendo un promedio general de venta de nueve "Coca-Colas" diarias.
Un cartel colgado en la farmacia Jacob, invitaba a los peatones a disfrutar de la Coca-Cola, "un tónico efectivo para el cerebro y los nervios". La leyenda dice que cierto día, un hombre con un fuerte dolor de cabeza llegó a la farmacia, pidió una Coca-Cola y quiso, en vez de añadirle agua, mezclarla con soda. Nacía así la Coca-Cola gaseosa como hoy la conocemos.
El rotativo Atlanta Journal fue el que, el 27 de mayo de 1886, anunciaba por primera vez a la Coca-Cola, como "la nueva y popular soda". Los carteles colgados en tiendas empezaron a añadir el mensaje "Drink" junto al nombre de "Coca-Cola".
El primer año de negocio Coca-Cola generó unas pérdidas de 20 dólares. Aunque se obtuvieron 50 dólares de ingresos, los costes de fabricación eran muy elevados, ascendiendo a un total de 70 dólares. La inversión en publicidad para el producto realizada en su primer año de vida rondó los 150 dólares. Se utilizaron tranvías de Atlanta, calendarios y cupones de consumición gratuita (que Robinson se encargó de enviar por correo utilizando la guía de direcciones postales de Atlanta, siendo uno de los inicios del mailing).
En 1887, Pemberton tramita la patente de la marca Coca-Cola, pero su constitución débil y febril le llevaba a sentirse enfermo muy a menudo y necesitaba dinero para sustentarse. Vende, en julio de ese mismo año, el 66% de sus derechos sobre la marca, muriendo, meses más tarde, y dejando como único socio y propietario a Asa Griggs Candler.
Candler era un empresario de Atlanta, que en el período de tres años (entre 1888 y 1891) se aseguró la propiedad de Coca-Cola por un total aproximado de 2.300 dólares, convirtiéndose en presidente de la misma y el primero que brindó una visión real de negocio a la marca. Transformó una mera invención, en uno de los mayores negocios de la historia. Para Candler, parte del atractivo de la bebida era el hecho de que suponía que aliviaba la digestión.
En mayo de 1889 publicó un anuncio de una página entera en el Atlanta Journal dónde informaba sobre su "compra en exclusiva de la Coca-Cola... Deliciosa. Refrescante. Estimulante. Vigorizante."
En 1891, junto con su hermano John S. Candler, Frank Robinson y otros dos asociados, fundaba The Coca-Cola Company.
Otro factor que ayudó a conseguir el éxito absoluto de Coca-Cola fue su embotellamiento. Hasta 1889, el producto era servido por las farmacias y bares en vaso, mediante dispensadores de soda. Pero la gente deseaba poder tomar una Coca-Cola en cualquier lugar. En 1888 ya se había intentado embotellarla, pero el líquido no se mantenía estable y se descomponía por la acción de la luz.

En 1901, el presupuesto para publicidad destinado por la compañía superaba, por primera vez en su historia, los 100.000 dólares. Diez años más tarde, en 1911, ese presupuesto alcanzaría la cifra del millón de dólares.
Con la llegada del nuevo siglo, The Coca-Coca Company creció rápido, abriendo sucursales en Panamá, Puerto Rico, Filipinas, Guam, Francia (en 1929) y otros países, además de otros territorios de Estados Unidos. La primera vez que Coca-Cola cruzó el Atlántico con fines comerciales, lo hizo a bordo del dirigible alemán Graf Zeppelin. Aunque cabe tener en cuenta que fue en 1900 cuando Europa conoció el sabor de Coca-Cola, al llevarse Charles H. Candler, hijo de Asa Candler, un puñado de jarabe en sus vacaciones a Inglaterra. Desde allí llegó una petición a Atlanta de 5 galones de jarabe de Coca-Cola.
En 1909 los tres socios que tenían los derechos se dividieron el país por zonas y comenzaron a revender los derechos para embotellar Coca-Cola a empresarios locales. Ese mismo año la compañía ya contaba con casi 400 plantas embotelladoras en Estados Unidos, aunque algunas sólo abrían los meses de verano, que era cuando se producía mayor demanda del producto. En 1900 contaban con tan sólo dos embotelladoras. En 1920 ya eran más de 1.000.

Otra de las decisiones que se tomaron tuvo que ver con el diseño de la botella. En 1915, Harold Hirsch, un abogado de The Coca-Cola Company, tuvo la idea de organizar un concurso a nivel nacional para crear una botella con diseño distintivo que asegurara al público estar tomando una Coca-Cola original.
Una de las leyendas que corren es que la figura se basó en la figura femenina. En concreto, en la de la curvilínea actriz Mae West. Es por eso por lo que en lugares como Atlanta, Georgia, a la botella se la ha llegado a llamar popularmente "le Grand Damme". En realidad, la figura que inspiró a Earl R. Dean, el artesano de la Root Glass, fue una vaina de cacao que descubrió en una enciclopedia de la Bibloteca Emeline Fairbanks Memorial. Dean dibujó un esbozo de la vaina y de ahí sacó el diseño con contorno para la botella. ¿Por qué una vaina de cacao? Se dice que T. Clyde Edwards (auditor de Root Glass) y Dean investigaban imágenes de coca y de cola en la librería cuando, pasando las páginas con imágenes de coca, llegaron a las vainas de cacao sin darse cuenta. El primer prototipo que diseñó Dean revelaba que el diámetro central de la botella debía ser más grande que el de la base. Pero se consideró que esa forma sería inestable para las cintas transportadoras de las fábricas o para los carruajes tirados por caballos que transportaban cajas con
Coca-Colas. Es por eso que el diseño se modificó de forma que ambos diámetros fueran igualados. Había nacido la histórica botella contorneada de Coca-Cola.

Con Robert W. Woodruff también llegó uno de los inventos clave para la expansión de la Coca-Cola (y todo el resto de bebidas): el pack de 6 botellas. Hasta aquel momento, las botellas se vendían en cajas grandes para distribuidores y de una en una para los clientes, cosa que dificultaba especialmente su transporte al hogar, al trabajo, al colegio, etc. El pack de seis, una simple caja de cartón, descrita como "un envase familiar con un manejo que invita", solucionó ese problema y revolucionó el mercado, convirtiendo al producto mucho más accesible.
La radio comercial nace en 1922, pero Coca-Cola no empezó a introducir anuncios publicitarios en ella hasta cinco años más tarde, en 1927. También fue una de las primeras compañías en patrocinar programas radiofónicos.
Se exigía de igual forma a los bares estadounidenses, antes de que las botellas se popularizasen, que el producto debía servirse a 0º, con hielo picado y en un vaso de Coca-Cola, de forma acampanada y con el nombre de la marca, que indicaba el nivel óptimo de jarabe. Woodruff estableció el concepto de "Bebida de calidad", enfatizando el uso de personal altamente cualificado y formado para ofrecer una venta y servicio adecuada del producto.
La compañía Glascock ganó ese concurso y, cinco años más tarde, en 1934, aparece la "Red Cooler for Coca-Cola", el primer dispensador automático de botellas de la historia. Esta máquina se había presentado el año anterior en la Feria Mundial de Chicago, impresionando a todos los asistentes.
En el año 1931 Coca-Cola "fichaba" a uno de los personajes más conocidos y queridos por el público: Papá Noel. Esta figura centenaria contaba con múltiples y variadas representaciones, pero fue Haddom Sundblom, ilustrador de Coca-Cola durante muchos años (al que, por cierto, no le gustaba el sabor de la Coca-Cola), quien lo dibujó jovial, anciano, barbudo y gordinflón, enfundado en abrigo y pantalón rojo y blanco, con botas y cinturón negro. El sueco había diseñado la imagen que aún hoy se mantiene de Santa Claus por todo el mundo.
Al año siguiente, en 1932, cuando comienza a atisbarse una cierta recuperación de la Gran Depresión, se concibe la idea de asociar comida y Coca-Cola. Al cabo de dos años, comienza a verse publicidad con la clásica nevera roja de Coca-Cola y su logotipo en situaciones de reunión informal y comida.
En el año 1936 The Coca-Cola Company celebró su 50 aniversario, en medio de la recuperación económica en Estados Unidos y de los primeros indicios de la guerra que se avecinaba en Europa. En aquello momentos, Coca-Cola se embotellaba en 44 países y la guerra, lejos de golpear a la compañía, la haría crecer y ayudar a establecerse en todo el mundo.
Al finalizar la guerra, el objetivo de Robert Woodruff se había alcanzado: Coca-Cola fue otro protagonista de la misma, además de instaurarse en todo el mundo. Asimismo, la guerra supuso la confirmación oficial del diminutivo con el que mucha gente venía llamando a su refresco favorito: Coke.
En cuanto al término ‘Coke´, The Coca-Cola Company acabaría registrándolo como marca oficial en 1945.
El estilo de vida alegre americano quedaba reflejado en la publicidad de Coca-Cola, como parte imprescindible y espíritu de esa diversión, con felices parejas en autocines y madres despreocupadas conduciendo grandes descapotables amarillos.
Pero no todas las anécdotas son negativas. En Barbados existe la leyenda de que Coca-Cola puede convertir el cobre en oro. Las mujeres rusas la usaban para combatir las arrugas y cambiarla por medias en el mercado negro. Incluso se dice que una anciana de Haití volvió a la vida después de que su sobrino le diera a beber Coca-Cola al morir.